Los bordes del Besòs son los espacios públicos que discurren en los márgenes derecho e izquierdo, en el tramo final del río Besòs, desde el río Ripoll hasta su desembocadura 10 km más allá. Estas áreas delimitadas entre el muro del límite del cauce del río y la primera línea de fachada de los barrios del entorno inmediato, tienen una anchura variable y están compartidas por 4 municipios, cuestión que representa un gran reto de gestión, de coordinación y de gobernanza. Los bordes son el espacio público de los barrios con el río, dan grosor y potencian el parque fluvial y definen la fachada fluvial.

Históricamente, las ciudades del entorno al río habían crecido de forma desordenada y girando la espalda a este, ya que en aquel momento el río era un alcantarillado a cielo abierto y se inundaba periódicamente. La regeneración de las aguas del río Besòs a finales de los años noventa del siglo pasado propició la recuperación del cauce del río como espacio de uso y disfrute público y como corredor ecológico. Por eso, ahora la situación es muy diferente: las aguas bajan limpias, el cauce es un gran parque y el corredor fluvial es hoy un paisaje de alto valor ecológico y recreativo. Falta, pero, coser este paisaje con los barrios que lo rodean, resolver los conflictos de conectividad en la escala de la ciudad y por la movilidad cotidiana entre los dos márgenes del río, tradicionalmente tan distanciados entre sí.

Los bordes del Besòs están compartidas por 4 municipios y 22 barrios, cuestión que representa un gran reto de gestión, de coordinación y de gobernanza, que se recoge en la Agenda Besòs. El Consorcio del Besòs encargó a Barcelona Regional la redacción de un documento de criterios para los bordes del Besòs, focalizado en su margen derecho, de donde surgen 13 proyectos en el marco de cuatro líneas estratégicas de actuación.