El Park Güell es uno de los grandes espacios verdes de Barcelona. Una ciudad densa y compacta donde precisamente los grandes parques son más bien escasos. La virtud del Park Güell es que se funde con la montaña de los Tres Turons, que en un futuro se convertirá en el segundo gran parque de Barcelona, después de Montjuïc. Sus límites son difusos en algunas zonas y la naturalidad de la montaña pelada se imbrica con el hecho arquitectónico de Gaudí.

La masificación de los últimos años del Park Güell es el efecto de un aumento continuado de turistas fruto de una icónica comercialización de la ciudad enfocada al consumo turístico de masas. Este impacto ha generado principalmente la pérdida progresiva del carácter simbólico para los vecinos y habitantes de la ciudad. Otros aspectos, como la transformación del paisaje construido de los barrios colindantes como la Salut y Vallcarca y los Penitents debido al cambio de uso (de comercio de barrio a comercio turístico) o las diversas problemáticas en el sistema de movilidad, tanto de los barrios como de la ciudad (línea de bus 24), son también consecuencia de la visita de 9 millones (cifra estimada) de visitantes al año, por ser uno de los puntos más visitados de la ciudad. Si consideramos que Barcelona es una de las cinco ciudades europeas de atracción turística con un incremento anual del turismo del 5 %, la reflexión sobre la situación actual y futura del Park Güell se hace más que necesaria.

La propuesta estratégica para el Park Güell, que engloba la zona monumental y la zona forestal del parque, tiene como principales objetivos el retorno social del parque a la ciudad y la preservación de su patrimonio arquitectónico y natural. En este sentido, el documento plantea 178 propuestas agregadas en 4 retos principales:

• Reducir el impacto de la masificación en el parque y entornos.
• Fomentar usos comunitarios en el parque y entornos.
• Un parque con un patrimonio vivo.
• Un parque con un nuevo modelo de gobernanza.