El objetivo del proyecto de cobertura y urbanización del corredor ferroviario de entrada a la estación de Sants era doble: en primer lugar, minimizar la fractura histórica y el ruido que comportaba el trazado de las vías al barrio; en segundo lugar, generar un nuevo entorno urbano de calidad, recuperando el espacio ocupado por dos de las seis vías de Renfe en el norte y los terrenos de la empresa pública Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) en el sur.

El proyecto se ha desplegado mediante una estructura prefabricada de hormigón de formas triangulares que acoge en la cubierta una rambla ajardinada de 700 m de longitud, con pasos transversales que conectan las dos partes del barrio y accesos a la cubierta mediante rampas, ascensores y escalas mecánicas. La cobertura de las vías se basa en una rodeando ligera, en gran parte transparente, emulando los tradicionales puentes ferroviarios. Esta permite la visión del paso del tren y la insonorización de la infraestructura.

La implementación de cuatro pasos bajo vías y un elevado número de accesos a la cubierta del corredor ha permitido mejorar la conectividad del barrio. La cobertura, por otro lado, ha generado un nuevo eje urbano, un gran paseo ajardinado elevado entre 4 y 14 m respeto la trama urbana que se conecta con el entorno más inmediato a través de la continuidad del verde que desciende por los laterales en forma de paramento vertical o de taludes de césped.