El Puerto Olímpico fue construido en motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona del 1992, cuando se convirtió en escenario de las competiciones de vela. Enmarcado dentro de un momento histórico de crecimiento y transformación de la ciudad, tuvo desde el primer momento una orientación lúdica y deportiva, hecho que se tradujo en la construcción del Centro Municipal de Vela y en la apertura de numerosos negocios dedicados al ocio, principalmente a la restauración y al ocio nocturno. En cuanto a gestión, el puerto está tutelado por la Dirección General de Puertos, Aeropuertos y Costas de la Generalitat de Catalunya, y los concesionarios son el Ayuntamiento de Barcelona y la sociedad gestora del Puerto Olímpico de Barcelona, S.A. (POBASA).

El éxito inmediato del Puerto Olímpico hizo que muchos de los concesionarios de los locales empezaran a alquilarlos. A la vez, la autorización del uso recreativo y musical a los locales de Mistral establecida por el Plan de Usos del 2006 favoreció la apertura de bares musicales que poco a poco desplazaron los negocios dedicados a otros usos y a la restauración, y colonizaron el muelle de Mistral. Siguiendo esta tendencia, durante la última década el puerto ha evolucionado hacia un modelo dedicado al ocio nocturno y la restauración, y también al turismo.

Una especialización que ha acabado atrayendo otros negocios cono por ejemplo el alquiler de pañoles y barcos como alojamientos turísticos, así como un problema importante de seguridad y convivencia vecinal durante la noche. La difícil convivencia de este modelo al puerto se ve agraviada por el desorden administrativo que rige el puerto -locales con dos licencias de actividad diferentes, cierre descompensado de los locales y de las terrazas, y dificultades para hacer cumplir la normativa existente a algunos de los negocios existentes por parte de PROBASA.

Este estudio hace una diagnosis sobre el estado actual del puerto, como se relaciona con el entorno más inmediato y qué papel tiene dentro de la franja litoral. Se presentan una serie de propuestas que tienen como objetivo recuperar los valores y la singularidad como espacio público, incrementar el rendimiento social y económico, y mejorar el estado de conservación y la seguridad.