Obra infraestructural que elimina el tráfico rodado de paso por el centro de la ciudad y canaliza en una vía rápida los movimientos internos de largo recorrido, reduciendo el colapso, y conjugando infraestructuras y arquitectura. La vía rápida de la Ronda del Mig, de los setenta, se había convertido en una gran cicatriz que además provocaba altos niveles de ruido y contaminación en la zona. Con el proyecto de cobertura, se creó un nuevo espacio público de 2,2 km de longitud que actuó como auténtico eje vertebrador de los barrios, se mejoraron las condiciones medioambientales y, en general, la calidad de vida del vecindario.