El proyecto estratégico de la Sagrera, que se inicia en 1993 con la mirada puesta a la futura llegada del tren de alta velocidad en Barcelona, contempla la transformación de un ámbito de 164 ha, dispuestas en un corredor de 3,7 km de longitud, ocupado históricamente por infraestructuras ferroviarias. Unas infraestructuras que han generado un impacto importante en los barrios de Sant Martí y Sant Andreu, causando una separación que los ha incomunicado durante años. El proyecto, todavía en marcha y con un alcance claramente metropolitano, se desarrolla de manera conjunta entre las tres administraciones competentes: Ministerio de Fomento, Generalitat de Catalunya y Ayuntamiento de Barcelona.

Junto con el distrito 22@ y el área del Fórum, La Sagrera representa una de las grandes operaciones dentro de la estrategia de renovación del levante de la ciudad. Además, a grandes rasgos y en diferentes grados, el proyecto incorpora todos los grandes temas del urbanismo contemporáneo: la integración urbana de las infraestructuras de transporte; el espacio público como elemento de integración social y ambiental; la implantación de nuevos desarrollos de vivienda y actividades en espacios de alta densidad urbana, así como el impacto económico de nuevas infraestructuras en el entorno urbano. A pesar de que, por dimensión, ubicación y funciones, el proyecto de la Sagrera tiene un alcance metropolitano y regional, este también representa la oportunidad de dar respuesta a problemas históricos de carácter local.

El proyecto de la Sagrera incluye la infraestructura ferroviaria de más de 80 km de vías, la estación intermodal, que funciona como polo de atracción de esta nueva área de centralidad, y un plan de regeneración urbana para todo el ámbito en transformación. La estación intermodal, organizada en varios niveles, tiene previsto disponer de líneas de alta velocidad, cercanías y trenes regionales. Esta tiene programada una capacidad de unos 100 millones de usuarios anuales y representa el polo estratégico para el desarrollo de la red de transporte público del área metropolitana de Barcelona. El proyecto también prevé nuevos aparcamientos y una estación de autobuses, así como una conexión directa con las líneas de metro. Así pues, la estación intermodal de la Sagrera se proyecta como punto central de un ámbito que se verá reforzado con los nuevos edificios de usos terciarios que se construirán a su lado.

Concretamente, el proyecto de la Sagrera tiene previsto mantener el uso ferroviario del subsuelo y cubrir el nuevo trazado de vías con un nuevo espacio que, integrado en los tejidos urbanos existentes, permitirá disponer de un parque lineal de más de 40 ha y 3,7 km. Además, se prevén nuevas calles y espacios públicos de más de 44 ha y 20 ha de nuevos equipamientos. Estos espacios permitirán cubrir las 38 ha de uso ferroviario bajo cubierta y unir barrios históricamente separados por el tren y la orografía.